viernes, 5 de enero de 2018

El licopeno de los tomates

LICOPENO
El licopeno es un caroteno rojo brillante y pigmento carotenoide y fitoquímico que se encuentra en los tomates y otras frutas y verduras de color rojo, como las zanahorias rojas, el pimiento rojo, sandías y papayas, aunque no en la fresas o cerezas. Aunque el licopeno es quimicamente un caroteno, no tiene actividad de vitamina A.
El licopeno es un nutriente esencial para los humanos, pero que se encuentra comunmente en la dieta principalmente de platos preparados a base de tomates.
La investigación preliminar ha demostrado que las personas que consumen tomates pueden tener un menor riesgo de cáncer.

FUENTES DEL LICOPENO.
En nuestra dieta obtenemos licopeno a partir de alimentos muy definidos, fundamentalmente a través del consumo de tomates y derivados (salsas, tomate frito, zumos...) y de sandía.

  • En el tomate maduro el carotenoide mayoritario es el licopeno (83%)
  • El contenido en licopeno aumenta con la maduración de los tomates y puede presentar grandes variaciones según la variedad, condiciones del cultivo, como tipo de suelo y clima, tipo de almacenamiento, etc.
  • La cantidad de licopeno en los tomates de ensalada está alrededor de 3000 microgramos/100g y en los de "tipo pera" es  más de 10 veces  esa cifra.
  • De forma general el contenido de licopeno es menor en los tomates cultivados en invernadero, en cualquier estación, que en los tomates producidos al aire libre en verano.
  • La facilidad con la que incorporamos el licopeno a nuestro organismo, es decir, su biodisponibilidad, es diferente según la forma en que lo consumamos, así por ejemplo cuando se toma con aceite se facilita su absorción
MECANISMO DE ACCIÓN.
El licopeno posee propiedades antioxidantes,  y actúa protegiendo a las células humanas del estres oxidativo, producido por la acción de los radicales libres, que son uno de los principales responsables de las enfermedades cardiovasculares, del cáncer y del envejecimiento. Además, actúa modulando las moléculas responsables de la regulación del ciclo celular y produciendo una regresión de ciertas células cancerosas y de próstata. No se conocen exactamente las bases biológicas ni fisicoquímicas de estas propiedades, pero parecen directamente relacionadas con el elevado poder antioxidante del licopeno. Un gran número de procesos cancerígenos y degenerativos están asociados a daños oxidativos sobre el genoma y los mecanismos genéticos de control de la proliferación y diferenciación celular. El licopeno actuaría como un potente neutralizador de radicales libres (óxido y peróxido) atenuando los daños oxidativos sobre los tejidos.


Cada vez existen más estudios epidemiológicos que sugieren que el consumo de licopeno tiene un efecto beneficioso sobre la salud humana, reduciendo notablemente la incidencia de patologías cancerosas sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo, cardiovasculares y del envejecimiento. También existen evidencias científicas de que previene el sindrome de degeneración macular, principal causa de ceguera en la gente mayor de 65 años.
El que haya muchas pruebas que demuestran que el licopeno contenido en nuestra dieta es beneficioso para nuestra salud, no quiere decir que si lo ingerimos de forma aislada en forma de pastillas o cápsulas vaya a mejorar nuestra salud o podamos evitar ciertas enfermedades. Todavía habría que realizar muchos estudios antes de poder hacer recomendaciones para consumirlo aisladamente como suplemento dietético. Pero lo que si se puede recomendar es aumentar su ingesta a partir de las frutas y hortalizas.

Hay que ser un tanto escéptico ante las "prometedoras" perspectivas derivadas  de los diferentes tipos de estudios epidemiológicos, ya que hay varios aspectos que necesitan más información, como son:
  • Un mayor estudio en relación con sus funciones o actividades en el ser humano, ya que hay muy pocos estudios en personas utilizando licopeno en cantidades superiores a las habituales en la alimentación, así como durante períodos prolongados de tiempo.
  • Los estudios epidemiológicos no pueden establecer relaciones de causalidad; se necesitan estudios experimentales.
  • La biodisponibilidad de licopeno es variable según su forma de aporte y su posible beneficio podría ser el resultado de complejas interacciones entre varios carotenoides, vitaminas y otros componentes de la dieta.
  • No existe evidencia científica sobre la suplementación con licopeno en nuestra dieta, ni cual es la dosis correcta, ni sobre que grupo de población administrarlo, ni la duración de dicha suplementación

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